Durante estos días, nuestros buzones se han llenado de las papeletas de los diferentes partidos. Hemos visto los mítines y las promesas realizados. Las caras de los candidatos llenan autobuses y farolas. Los distintos colores salpican las calles. Diferentes opiniones, posturas y medidas, ilusionan y también inquietan a la sociedad, en muchas ocasiones, creando conflictos que podemos ver nuestro alrededor.
Cuando los escuchamos, podemos estar más o menos de acuerdo, ser más o menos afines a su línea de pensamiento; pero lo cierto es que ninguno, por lo menos a mí, me convence del todo. ¿Y si pudiéramos hacer un remix? Poder coger las propuestas sobre gestión de la sanidad en unos, gestión de las ayudas por parte de otro… Sería curioso, pero, obviamente, es imposible.
Sin embargo, es complicado que los políticos cumplan sus promesas y que las cosas sean somo dijeron que serían, es difícil que no se acomoden y se olviden de dónde han venido, o se impliquen y se dejen la piel por los de abajo, es difícil que prediquen con el ejemplo o que muestren respeto por las opiniones opuestas. Por ello, no lo tenemos fácil al escoger a quien nos represente plenamente, porque todos y cada uno de los partidos y sus respectivos presidentes nos han defraudado en algún aspecto. En muchas ocasiones, porque no cumplen, o no respetan a sus contrincantes, o no son humildes, o no piensan mas en el prójimo que en ellos, o no son honestos… pero ¿Y tú? A pequeña escala, somos también así, contaminados por nuestros propios fracasos, por el pecado, intentado siempre salir beneficiados.
Hoy quiero presentarte mi referente ante el 4M:
Quien estuvo dispuesto a MOVERSE de su posición de honor y bajar a dar la solución
Quien estuvo dispuesto a MORIR en nuestro lugar para darnos salvación
Quien fue y es el MENSAJE de amor que cambia las vidas, y trasforma el corazón
Quien quiere implicarse y ayudarte a MANEJAR cada situación
El Mesías esperado
El que hizo Milagros
El que habló Maravillas
El que derribó el Muro que nos separaba de Dios
Mi referente, quien no me ha defraudado nunca y a quien miro ante la toma de mis decisiones, es Jesús. Yo, hace tiempo que aposté por él. ¿Y tú?